jueves, 4 de junio de 2009

Lima Foto Libre en festival FUSIONA

LIMA FOTO LIBRE. REFLEXIVA OBSERVACIÓN
Por: José Picón

Observar es una cualidad que, en nuestros días, se ejercita cada vez menos, una actividad que hoy por hoy, pocos realizan a cabalidad. El colectivo Lima Foto Libre (LFL) nace, precisamente, para reestablecer, desde sus posibilidades creativas, esta veta indesligable del quehacer humano. Un grupo de individuos que se juntan por el simple deseo y gusto de realizar aquello que ha sido desplazado por el día a día y sus absorbentes necesidades. El goce de registrar a través de la fotografía la cotidianeidad —aquello que sucede en cualquier punto de la capital en un momento determinado—, es una de las características de LFL. La producción del grupo, que ya se ha ganado algunos espacios en el circuito alternativo —léase blogósfera, myspace, publicaciones virtuales de diversa índole y ediciones subalternas de papel— viene implementando una metodología que, inmersa en lo contemporáneo, tiene por tenor, reafirmar el clima callejero, el vitalismo espontáneo y una tendencia do it yourself y autogestionaria.
Sin embargo, las imágenes aquí presentadas no tienen un sesgo amateur desinteresado por la composición y la calidad. Y es que el buen ojo, la sensibilidad y precisión es lo que sobra en el actuar de los LFL.


Quizás sea oportuno citar el decir de los propios protagonistas de esta experiencia: “Nos entendemos como parte de una ciudad en transformación, una Lima diversa producto de olas migratorias de distintas partes del país, cada cual con su cultura y su historia. Son estos migrantes, sus hijos y descendientes quienes configuran parte del paisaje capitalino actual, lleno de matices, de actores con particulares formas por (sobre)vivir, muchas veces en la informalidad y el desorden. Es esto, en gran medida, lo que compone nuestro registro; el afán por nombrar Lima a toda voz (e imágenes). Interpelar a su naturaleza, a veces esquiva, a veces misteriosa, mediante el registro fotográfico. Quizás seamos ambiciosos al tratar de reformular la pregunta que indaga en la esencia de nuestra capital: qué es Lima, cómo vivimos en ella, quiénes somos y qué roles cumplimos en esta trama metrópoli. Lima se desnuda ante nosotros y la desnudamos también”.


Para este cometido, Lima Foto Libre tiene en la internet, su principal medio de difusión; utiliza, sin duda, el soporte más accesible, y por qué no, masivo de nuestra era. Es decir, arte que corresponde a una nueva revolución tecnológica, hace algunos años ya germinada. Es gracias a internet que el trabajo del colectivo ha encontrado distintos espacios simbólicos, dentro y fuera del país. Este medio, así como la explosión del uso de cámaras digitales, dio al grupo, la oportunidad de hacer fotografía de una manera más dinámica. En tiempos donde según opinión de algunos “cualquiera es fotógrafo”, la propuesta de LFL demuestra su veta empírica —que respeta los códigos compositivos— para registrar aquello que bulle en las calles de nuestra ciudad. Uno de sus objetivos, por ello, es alcanzar una correspondencia visual de los artistas en aquellas. Así, a través de proyectos de intervención llevan a cabo un proyecto en el que las imágenes —desde su natural procedencia— nacen, mediatizadas por la técnica fotográfica, de mercados, combis, esquinas, así como de ceremonias, ritos o intercambios en los que el principal escenario son los emplazamientos urbanos de la Lima simbólicamente periférica —marginal, popular. La empresa intenta llevar, artísticamente, el discurso de la ciudad, su caos, su intertextualidad, su pluriculturalidad, a los ojos públicos, en un proceso de develamiento de la esencia de los entramados geográficos y sociales.

“A través de las imágenes buscamos que, quien las mire, logre reconocerse en ellas como parte de una cultura callejera naciente, que abraza distintas formas de vida. No adoptamos una posición paternalista ni somos objetos externos que se adentran a un mundo desconocido y exótico a fotografiarlo. Somos parte de este espectáculo, aquí transcurren nuestras vidas, es nuestro día a día, nuestra cotidianeidad. Respetamos y admiramos la resistencia y el empuje de la gente, el descaro con el que, a veces, hace frente a la vida”.

“Lima Foto Libre” —acotan sus miembros— “busca ser reconocido como un colectivo que haga la vez de laboratorio artístico visual, donde la innovación y la creatividad sean características principales, partiendo de la fotografía urbana como lenguaje que ha existido desde la proliferación del material técnico y su accesibilidad económica, pero siendo conscientes de que lo que hacemos es parte de un valioso y necesario archivo histórico que pueda, más adelante, hablarnos de lo que fue, en algún momento, Lima. No queremos suscitar con nuestras fotos sentimientos predeterminados, esa no es la idea. La riqueza de las imágenes se encuentra, más allá de cuestiones estéticas, en la interpretación que cada quien pueda tener de ellas con absoluta libertad, esencial motor de nuestro trabajo”.

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